Bruno Le Floc’h nació en 1957 en Pont-l’Abbé (Finisterre, Francia). Antes de dedicarse al cómic, trabajó como artista de guion gráfico en dibujos animados y largometrajes de animación. No fue hasta 2003 cuando publicó su primera obra personal, «Au bord du monde», una antología de tres novelas gráficas en las que rinde homenaje a su tierra natal. Su siguiente trabajo, «Trois Éclats blancs», marcó un punto de inflexión en su carrera al abrirle las puertas del noveno arte y otorgarle el reconocimiento de sus compañeros. Esta crónica del Bigouden de principios del siglo XX tuvo un éxito unánime y recibió excelentes críticas, llevándose el premio René Goscinny al mejor guionista joven en 2004.
Ese mismo año, Le Floc’h publicó «Une après-midi d’été», una obra que refleja su habilidad para capturar la esencia de los momentos cotidianos y transformarlos en una experiencia visual y emocional profunda. En 2007, firmó su cuarta novela gráfica, «Paysage au chien rouge», encargándose en solitario de los textos, ilustraciones y colores. Además de estas obras, publicó otros cómics notables, como «Le démon du soir ou la ménagère apprivoisée» y la trilogía «Chroniques Outremers», así como «Les Jours heureux», una colaboración con Pascal Rabaté.
Le Floc’h es conocido por su estilo poético y minimalista, que captura la esencia de la nostalgia, la memoria y el paso del tiempo, temas recurrentes en sus historias ambientadas en su querida Bretaña. Para crear sus viñetas, se inspiraba en pintores que admiraba profundamente, como Mathurin Méheut, Jean-Julien Lemordant y Lucien Simon, cuyas influencias se reflejan en la atmósfera evocadora de su obra.