¿Existe un conjunto de factores decisivos que favorecen que alguien se convierta en un delincuente? La vida de Jean-Claude Pautot es una historia por sí sola. Tras una infancia turbulenta y una primera reclusión a los 15 años, empieza muy pronto los atracos y lo encarcelan por primera vez a los 23 años antes de escaparse.
Conocedor y actor por derecho propio de la delincuencia organizada francesa, Pautot pasó varias veces por las casillas «chirona» y «fuga» antes de reformarse definitivamente. Antiguo maleante auténtico, Jean-Claude disfruta hoy de su libertad condicional para pintar, hacer escultura y multiplicar las exposiciones. Si Frente al Muro no es la primera historia que cuenta, sí es su primera incursión en el mundo del cómic .
La infancia y la adolescencia de un delincuente
Cuando vives en una de las barriadas más pobres en las afueras de París, no es difícil dejarte atrapar entre los brazos de la delincuencia. Todo empezó con golpes menores con su pandilla de la infancia, su segunda familia, su banda, su clan: Son Zak, el polaco, el Casaca; Rocco, el espagueti, la Roca y Mo, el argelino, Ring.
Pronto pasó a ser un auténtico delincuente juvenil lo que le llevó con 15 años a un instituto público de libertad vigilada, un eufemismo para referise a una cárcel de menores. Algunos de los que se encontraban ahí encerrados podían estarlo por haber robado un trozo de pan. En el cómic hace referencia a «La caza del niño», un poema de Jacques Prevert que relata esta triste historia:
¡Bandido! ¡Gamberro! ¡Ladrón! ¡Bribón! Sobre la isla vuelan las aves Alrededor de la isla solo hay agua ¡Bandido! ¡Gamberro! ¡Ladrón! ¡Bribón! Qué significan esos alaridos ¡Bandido! ¡Gamberro! ¡Ladrón! ¡Bribón! Es la jauría de la gente decente A la caza del niño
De esta experiencia ganó su apodo «Calavera», el que utilizó desde entonces en su mundo. Estas travesuras pasaron a convertirse en atracos de gran envergadura, encarcelamientos, fugas de la cárcel, hasta ser uno de los delincuentes más buscados de Francia.
Su vida en prisión
La sociedad francesa estaba al corriente de los delitos, arrestos, fugas y juicios de uno de los criminales más conocidos, Jean-Claude Pautot. Ha pasado una parte de su vida a la fuga y, la otra, entre rejas. Una vida criminal de luces y sombras que él mismo se anima a relatar en su primera novela gráfica: Frente al Muro 1.
Es una lectura desnuda, directa y realista que no puede faltar en tu biblioteca personal de manos de este autor novel tan interesante. Estamos ante una de las obras más originales que se han hecho en los últimos años tanto en fondo como en forma.
Algunas noticias sobre Pautot como delincuente
En los extras de Frente al Muro se incluye material adicional real, informes policiales, escritos judiciales, recortes de periódicos usados como documentación, y mucho más. Pero, si todavía tenéis más ganas de saber sobre la figura de Pautot, aquí os traemos algunas de las noticias que se encuentran sobre él.
Artículo en Le Progrés de 2017
En el periódico digital Le Progrés, Jean-Claude Pautot : de l’art de l’évasion à l’évasion dans l’art. Recogemos fragmentos de la entrevista que le hicieron a Pautot:
1. Usted, el Parisino, ¿cómo llegó a Lyon?
La primera vez que vine fue en un viaje de reconocimiento a principios de junio de 1982. Había un atraco en el bulevar de États-Unis. Yo estaba allí para finalizar la preparación…
2. El atraco no termina bien: estás atrapado por la unidad de bandas…
Solo había ido a realizar el robo. Estaba para encargarme de esa agencia de Crédit Agricole. Me había maquillado con algodón en la nariz y las mejillas y un bigote falso para que no pudieran reconocerme. Todo salió bien y me fui tranquilamente en el coche. Excepto que no sabía que la unidad anti-bandas estaba siguiendo el coche y me tendieron una trampa. Normalmente, preparo todo yo mismo y no dejo nada al azar. De hecho, tan pronto como me subí al BMW al llegar a la estación de Lyon, estaba muerto.
3. Terminas en la cárcel de Lyon. ¿Qué recuerdas de esos años lioneses?
San José era una prisión dura, vetusta, pero en última instancia humana. Había mucha más humanidad, por ejemplo, que en Fleury-Mérogis, donde todo era electrónico…
[…]
4. Para una escapada a la vieja usanza cortando los barrotes…
Sí. Conseguimos dos personas en una celda y empezamos a cortar los barrotes por la noche para entrar por la ventana. El tercero que iba a venir con nosotros estaba en una celda cercana. Mientras huíamos, uno de nosotros cayó en un tejado justo debajo. Fui a buscarlo porque corría el riesgo de ser detectado y pude subir con él gracias a los taburetes puestos por los otros presos a través de las rejas de los barrotes. Luego pasamos por una cuerda, por encima de los miradores antes de poder llegar a la calle. Una fuga muy limpia, sin violencia.
Artículo en Le Parisien de 2009
En el periódico digital Le Parisien, con fecha del 8 de julio de 2009, podemos encontrar el siguiente artículo, titulado Un fugitif interpellé quinze ans après le braquage du fourgon:
Jean-Claude Pautot, ciudadano francés sospechoso de haber participado en el robo de un camión blindado en 1994, fue detenido el martes en Colonia, Alemania. Jean-Claude Pautot, es sospechoso de haber participado en el ataque a un furgón blindado el 6 de diciembre de 1994 en un centro comercial del Châne-Pointu, en Clichy-sous-Bois (Seine-Saint-Denis), que causó dos heridos. Los gánsteres habían robado más de 45.000 euros de un banco. Jean-Claude había escapado del juicio en 2005, pero fue condenado en rebeldía a cadena perpetua. Detenido hoy, Jean-Claude Pautot será juzgado de nuevo.