Uno de los extras que encontraréis en la parte final de «La Guerra de Quarry» es el referente a los orígenes de Quarry. El propio Max Allan Collins relata cómo fueron sus inicios y cómo fue el proceso hasta crear a Quarry.
«A principios de la década de los 70 del siglo XX, ya asistía al Taller de Escritores de la Universidad de Iowa. Se podría decir que, por mucho que Richard Yates, el popular novelista, me hubiera acogido bajo su ala, yo era una especie de oveja negra, dado que en el Taller de Escritores solo se hablaba de arte y yo era un escritor de novela negra.
Hay que tener en cuenta que nos encontrábamos en una época en la que Dashiell Hammett y Raymond Chandler aún no estaban considerados genios literarios. Yo ya había escrito dos novelas en el taller: Bait Money, que hablaba de un ladrón profesional, y No Cure for Death, una historia de detectives privados protagonizada por un «sabueso» novato.«
Con 14 años ya enviaba historias y novelas a las editoriales
«Cuando era niño, Dick Tracy y Batman eran los personajes que más me gustaban y, a medida que fui creciendo, me engulló la vorágine de series sobre detectives privados de la tele – 77 Sunset Street, Peter Gunn, etc. -. Empecé a leer a Hammett, a Chandler y a Mickey Spillane y con 14 años ya estaba enviando historias y novelas a las editoriales.»
Era una época antibelicista donde estaba de moda escribir sobre policías
«Me había preparado para escribir sobre detectives privados pero, de pronto, se habían pasado de moda y la alternativa – escribir sobre policías – no me apasionaba. Dado que aquella era una época antibelicista con protestas constantes en las que el policía era ese tipo con porra que pegaba a los chicos como yo en la Convención Democrática de 1968.
Eso me llevó al mundo de las novelas de criminales, entre las que destacaban las de Parker escritas por Stark (Donald E. Westlake). Fue una época en la que se puso de moda escribir sobre antihéroes, Nolan, mi personaje, no tenía nada de original: un ladrón que nunca ponía en peligro a los civiles y cuyas historias se contaban en tercera persona – lo que aportaba distancia e indiferencia -.
Para mí, aquello eran un poco como lavarme las manos. ¿Y si escribía sobre un asesino profesional y lo hacía en primera persona? De esa forma, retaría al lector a ver con quién o qué se identificaba.»
¿En quién se inspiró para crear el personaje de Quarry?
«Quarry está inspirado en un amigo mío, el ya fallecido John McRea, marine de carrera, que sirvió varios periodos en Vietnam como artillero en un helicóptero. John pasaba los permisos con Barb – mi esposa – y conmigo, y me llevaba a disparar para que me hiciera a la idea de lo que se sentía empuñando las armas de las que escribía y me contaba todo tipo de historias sobre la guerra.
Durante esos permisos, John nos acompañaba a mi banda de rock y a mí con una horrenda peluca hippie a la espera de que un granjero o un camionero le diese por el saco para zurrarle de lo lindo. Acudía a mis clases de la universidad – incluso al Taller de Escritores – vestido de uniforme para ver si alguien lo acusaba de matar niños. Nadie lo hizo jamás.
Cuando John volvió de Vietnam, se encontró a su esposa con otro en la cama. Esto se convirtió en una parte importante de la historia de Quarry y el trastorno por estrés postraumático – que no se llamaba así por aquella época- de John se convirtió en otra; como la vida y las vivencias del soldado y actor estadounidense Audie Murphy.
Años después, David Morrell me confesó que se había inspirado en Murphy para dar forma a Rambo. Decía que él y yo habíamos sido los primeros en escribir historias acerca de veteranos de Vietnam desequilibrados.«
Esto es lo que el autor cuenta sobre los orígenes de Quarry. Otros de los extras que encontrarás se titulan «Quarry se publica», «Quarry en pantalla» y «El regreso de Quarry». Si quieres leerlos todo, tienes que hacerte con un ejemplar de «La Guerra de Quarry».